El anuncio realizado el 9 de octubre por el Presidente Trump en cuanto a la autorización para el uso de gasolina con 15% de etanol (E15) ha generado grandes expectativas en diferentes sectores. Es positivo el efecto que se generará sobre la producción de alcohol norteamericana y sobre los productores de maíz, quienes han sufrido las consecuencias de las disputas comerciales, especialmente con China. De hecho, ya se ha observado una reacción favorable en el precio de los futuros de maíz, el cual cambió de tendencia a partir de mediados de septiembre, cuando se comenzaron a escuchar los rumores de la determinación.
Sin embargo, el efecto en el mercado de etanol no es tan claro en el corto plazo, dado que hay factores que generan rigideces en el mercado y evitan que el ajuste sea inmediato.
La primera consideración corresponde a que la autorización de uso del E15 durante el verano, habilita 3 y medio meses adicionales su utilización. Si bien esto es positivo, dicho efecto se materializará durante el próximo verano, a partir de junio. En el mes en curso y los siguientes, dicha restricción no operaba, por lo que la demanda por etanol no se verá afectada.
La EPA desde 2011 autorizó el uso de E15 para vehículos de modelos 2001 y más recientes. Esto limita el número de vehículos que pueden utilizar la mezcla. Sin embargo, se estima que cerca del 90% del parque automotor cumpliría con la condición de modelos superiores a 2001. En favor de un mayor consumo está la coyuntura donde el costo del etanol es 70 centavos de dólar por galón inferior al costo de la gasolina, por lo que una mezcla E15 podría reducir al menos 3 centavos por galón el producto al consumidor final, sin que el consumo de combustible se vea impactado de manera perceptible.
Ahora bien, para que el combustible E15 pueda consumirse en los vehículos, debe ampliarse la red de estaciones de servicio (EDS) que lo ofrecen. Actualmente hay unas 125.000 EDS en EEUU, de las cuales solamente entre 1.300 y 1.500 tienen infraestructura para ofrecer el E15. Esto impediría un rápido incremento en el consumo por la restricción en la distribución. Las EDS argumentan que las inversiones en tanques para el combustible E15 son altas. A pesar de ello, ya hay anuncios de ampliaciones en dicha red de distribución.
Otro factor para considerar es el mercado de los RIN. Las compañías petroleras refinadoras son quienes deben acreditar el mandato de etanol del RFS2, para lo cual, la compra de RIN es una alternativa. A dichas compañías les conviene que el precio del RIN este bajo (como en la coyuntura). Eso se puede lograr bien sea mezclando más etanol (incrementando el uso del E15 por ejemplo), lo cual aumenta la oferta de RIN, o bien, reduciendo la demanda, como lo ha hecho la EPA, exceptuando parcialmente de la obligación algunas refinerías pequeñas.
Quedan pendientes algunos ajustes regulatorios por parte de la EPA para que se materialice la decisión del Presidente Trump. Entre tanto, la expectativa de los diferentes sectores, incluyendo el mercado colombiano, estará en el desarrollo de los elementos que incrementen la demanda interna de EEUU.